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La importancia del capitán del equipo.

Por Dr. Francisco Enrique García Ucha.
Profesor Titular.
Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte. “Manuel Fajardo”.
Durante mis experiencias como psicólogo del deporte doy especial significado a la importancia del desempeño de los capitanes de los equipos. Ellos ocupan un lugar de que permiten la regulación del equipo en pos de sus metas, dada su posición dentro de las estructura del equipo, sean estos colectivos o individuales. Ellos influyen de manera decisiva en la maduración del equipo, el control emocional y del comportamiento durante los entrenamientos y competencia y de igual modo en las condiciones trascendentales de la competencia.
Recuerdo como la actuación incorrecta de un juez pudo desencadenar una respuesta negativa de un jugador y el capitán como representante del equipo en el terreno logro controlar las circunstancias y atajar el conflicto ante la presentación de una tarjeta amarilla.
De igual modo, tengo vivencias de cómo el capitán orienta la conducta de los jugadores, cuando el adversario comienza a jugar sucio, a menudo golpeando a alguno de los miembros del equipo. La acción del capitán va dirigida a los compañeros de equipo, en el control de la hostilidad y enfatizando las operaciones y ejecuciones hacia la parte más sensible del adversario. “hacerle tantos”.
También, las circunstancias inesperadas que pueden presentarse en la competencia, aquellas que no fueron advertidas en los análisis previos logran salvarse gracias a la creatividad de una respuesta novedosa por parte del capitán.
En suma, el capitán juega un doble papel en los equipos deportivos, por una parte están sus derechos y deberes como capitán y por otra como jugador principal. Entre sus funciones como capitán se asigna la tarea de representar al equipo. Las tareas encaminadas a elevar la efectividad del equipo y acrecentar los rendimientos deportivos. Es el miembro del equipo que con mayor exigencia se le plantean los resultados.
Los objetivos y las tareas del capitán y de los otros jugadores deben concordar si se quiere llegar a feliz término en alcanzar las metas de la competencia o la preparación deportiva.
No obstante, tanto el capitán como el resto de los jugadores deben comprender que al cumplir la orientación general del entrenador, desempeña el papel dirigente «parcial» sólo en situaciones determinadas.
El papel de capitán es más responsabilidad que privilegio.
La extensión de las funciones del capitán llega más allá del entorno del régimen deportivo desempeñándose en la vida social del resto de los jugadores.
Desde hace más de dos décadas la dirección del INDER mantiene una interacción estrecha con los capitanes de equipo. La cercanía a los miembros del equipo les permite como líderes canalizar las inquietudes, preocupaciones y dificultades que pueden presentar los deportistas en el proceso de preparación deportiva, desde luego este intercambio viene precedido de la interacción con los entrenadores y con el resto de los líderes del equipo.
Al respecto hay que señalar sobre este último aspecto que en todos los equipos deportivos, además del capitán hay otros líderes importantes que deben ser tomados en consideración, de ellos se distingue el jugador que mejor técnica y tácticamente actúa.
De igual modo, están los líderes afectivos, deportistas que por sus cualidades personales dan apoyo a muchos aspectos que constituyen inquietud para los deportistas y pro ejemplo a los nuevos jugadores de un equipo. Aconsejan sobre las pautas y normas del equipo lo que facilita su inserción dentro del desarrollo del equipo.
No podemos excluir la presencia de líderes que tienden a llevar una línea opuesta a las decisiones que puedan tomarse en el transcurso de la actividad. Las resistencias de este líder a veces resultan de importancia para contratar y verificar que las decisiones tomadas son correctas y no deben de ser analizadas como posibles amenazas o acciones no disciplinadas sino como elementos enriquecedores dentro de un equipo.
Los adversarios estudian en muchos aspectos la conducta de los capitanes. Los contrarios conocen que circunstancias pueden hacer el comportamiento del capitán se torne desagradable o no adecuado durante el juego.
Si se logra alterar el comportamiento del capitán las relaciones entre los jugadores pueden manifestarse conflictos y elevarse el estrés y   habitualmente se salen fuera del marco de su actividad de juego, los conflictos conmocionan a todo el equipo. Este puede en el momento decisivo del campeonato dar muestra de todos los índices de una gran caída y entrar en crisis.
Con frecuencia el contrario planifica su plan táctico teniendo en cuenta precisamente estos factores, que puedan debilitar considerablemente la capacidad combativa del equipo afectando al capitán.
Recuerdo que como frecuentes rivales en Voleibol Femenino, Cuba y Brasil. El equipo de Brasil trazo la táctica de sacar siempre sobre la capitana de nuestro equipo durante los siete partidos de un encuentro. La actuación esmerada, minuciosa, controlada y el apoyo del resto de las jugadoras permitió que no se crean fricciones internas dentro del equipo ante los posible errores en el recibo de la capitana y mantuvieron la estabilidad de la eficacia y eficiencia de la misma. Fue una lección de importancia para todos los que tenemos que evaluar este desempeño.
Por ello la preparación psicológica del capitán tiene un carácter especial y debe tener como base la buena elección de la persona que va a ocupar este papel dentro del equipo.
Pensemos que el entrenador no puede jugar en el momento de la competencia. Sin embargo su representante más directo lo es el capitán.
Hay un conjunto de habilidades competitivas que hacen más eficaces a unos capitanes de otros entre ellas:
La capacidad para trabajar eficazmente con los jugadores y para obtener los resultados del trabajo en equipo frente a las tareas deportivas complejas y difíciles.
Son exigencias para el capitán presentarse como emocionalmente estables, orientados en sus objetivos, una dinámica personal que se caracteriza por el deseo de trabajar en equipo y la capacidad para actuar bajo situaciones de tensión.
Son limitantes para asumir el cargo de capitán cualidades como:
Poseer particularidades personales que contribuyen a conflictos (agresividad, deseos de dominar, autovaloración de sí mismo exagerada, un pobre grado de autocrítica, insuficiente motivación y en otra dirección cuando esta es extrema, excitable, impulsivo, etcétera)
Carencia de hábitos de comunicación.
Relaciones interpersonales desfavorables.
El equipo que carezca de un capitán no está en condiciones de mostrar todas sus posibilidades. Aun cuando logre un buen resultado como tendencia esto no va a ocurrir de manera estable. Este tipo de equipo es especialmente sensible a las situaciones críticas y prácticamente no esta capacitado para en el momento necesario introducir los cambios activos en el transcurso de los acontecimientos y alcanzar el resultado.
Hace unos años con la colaboración de una colega realicé un estudio de los capitanes de una tripulación de Remo y las conclusiones a las que arribaron se generalizaron en estudios posteriores. Estas fueron las siguientes:
Las cualidades personales de los capitanes no son determinantes del surgimiento del liderazgo pero influyen en la asunción al mismo y están implicadas en la eficiencia del líder.
Los mejores capitanes poseen una correcta autovaloración de sus cualidades personales y presentan motivos preeminentes por representar y apoyar el equipo.
Los capitanes más efectivos presentaron como tendencia superior calidad en su condición deportiva. (física, técnica y táctica).
Además, de constituirse en líderes se caracterizan por la capacidad de escuchar y ganarse la empatía de sus compañeros.
Saludos.
Dr. Francisco Enrique García Ucha.