Para entrenadores de Voley
En el trabajo se presentan una serie de sugerencias acerca de los factores psicológicos que se proponen sean considerados por entrenadores y deportistas de equipos de voleibol.
La importancia de los factores psicológicos en los rendimientos deportivos en estos momentos es ampliamente reconocida. Las acciones de los jugadores dependen en gran parte de su personalidad. Variables psicológicas como: el deseo de competir y ganar, la comunicación dentro del equipo, la capacidad de controlarse en el transcurso de la competencia y tomar las decisiones que resuelven los problemas de juego en el momento adecuado pueden llegar a determinar el resultado de un set y de un partido.
La importancia de los Jugadores
El rendimiento en un equipo de voleibol esta relacionado con que sus jugadores:
1. Se sientan responsables y comprometidos con sus propias acciones y no le atribuyan el éxito o el fracaso a factores externos a sí mismo, tales como, la suerte, las condiciones de la actividad, los contrarios o los árbitros.
2. Si tienen la capacidad de controlarse frente a las situaciones de juego y se esfuerzan por satisfacer los requerimientos de la competencia con todo su potencial físico, técnico y táctico. Eligiendo siempre un grado de esfuerzo máximo.
3. Si son capaces de comunicarse y relacionarse entre sí, valorando, además la contribución que hacen de manera individual a un juego que demanda una elevada interdependencia en las acciones.
4. Están en condiciones de mantener en un equilibrio determinado las exigencias de su estilo de vida familiar y social con las necesidades propias del deporte, entrenamientos extensos y competencias.
Los cuatro aspectos antes mencionados resultan significativos en la preparación deportiva y en la competencia y requieren de una atención minuciosa y pormenorizada.
La Motivación.
¿Esta realmente entusiasmado el jugador en los entrenamientos y competencias? ¿Realiza todo su esfuerzo dentro del equipo por alcanzar las metas que se proponen por el entrenador y el equipo? ¿Emplea todo su potencial físico, técnico y táctico? ¿Qué objetivos persigue con su participación en el deporte? ¿Lucha hasta el final en medio de un set y en el partido, de acuerdo con la lectura total de sus rendimientos?
Estas preguntas al ser respondidas en relación con cada uno de los jugadores permiten llegar a un perfil bastante general aunque significativo del grado en que los jugadores están motivados.
La motivación es la clave para el cumplimiento de las tareas, desde las más simples a las más complejas y tiene relación con diversos factores que incitan, presionan y orientan el comportamiento. ¿Cómo la ejecución se estimula inicialmente?, ¿cómo se sostiene en el momento que mayor requiere el entrenador del esfuerzo del deportista?.
Aspectos que están relacionados con su motivación por alcanzar resultados meritorios:
Una de las formas de influir en el grado de motivación de los jugadores puede ser desarrollada por medio de las sesiones de entrenamiento, basta con que estas proporcionen al jugador el desarrollo de sus hábitos y destrezas, el fortalecimiento de los aspectos débiles y el mantenimiento de sus fortalezas. Está comprobado que los deportistas mejor preparados no se caen ante los obstáculos del entrenamiento y la competencia y actualizan su potencial de manera constante. A ello contribuyen las propias condiciones de la actividad cuando el clima de su desarrollo incluye aspectos atrayentes, novedosos, conllevan un reto y brindan las circunstancias que proporcionan el sentido de la responsabilidad, den además las posibilidades para la promoción de refuerzos positivos basados en los propios méritos y el desarrollo personal.
Motivación rol del Entrenador
El entrenador debe tener entre sus diversas tareas la de ser un motivador permanente de los jugadores.
En este sentido el empleo del Establecimiento de Metas, puede ser uno de los procedimientos a emplear, aunque existe un abanico de operaciones novedosas que se pueden aprovechar donde la capacidad de persuasión del entrenador tiene un papel decisivo para el compromiso del deportista.
Siempre es conveniente realizar entrevistas y reuniones con todo el equipo para esclarecer ¿cuáles son las metas de cada periodo de entrenamiento, preparación y competencia?
Estos propósitos pueden ser identificados en cada jugador de acuerdo con su posición y desempeño como sus potencialidades y limitaciones, así como los posibles riesgos de su participación en una actividad u otra.
De igual modo, se debe explicar las metas del equipo, en su conjunto y de los jugadores que lo hacen de manera más estable por pertenecer a la estructura regular del equipo.
El registro de las acciones del deportista, su comparación con los resultados esperados y el esfuerzo a las respuestas positivas y a alcanzar los objetivos, deben de constituirse en una solución posible para mantener el estado psicológico tanto del jugador como del equipo.
Las técnicas y procedimientos para enaltecer la motivación en la participación deportiva están cada día renovándose y a veces depende de la creatividad y el espíritu innovador del entrenador.
El Control, es otro factor de importancia para lograr resultados.
No basta con estar motivado, es necesario que se exprese en el comportamiento del deportista. Hay que lograr la armonía entre lo que se siente, se piensa y se hace. A veces hay metas trazadas, expresiones verbales de los jugadores por alcanzarlas pero falta el esfuerzo y la ejecución.
La falta de control no sólo se expresa en la acción sino que, además en condiciones estresantes pueden llevar a deteriorar la destreza motriz y la toma de decisiones.
¿Es el jugador capaz de mantenerse sereno y actuar consecuentemente con el equipo en condiciones adversas o excesivamente favorables? ¿Sus destrezas fluctúan en las condiciones de entrenamiento o de competencia? ¿Ante que contrarios y ante que condiciones de la competencia llega a derrumbarse su actuación?
Capacidad de Control de la Acción en Voley
Las preguntas permiten tipificar la capacidad de control de la acción del deportista.
El entrenador puede desarrollar ciertas acciones para lograr poner a prueba la capacidad de control. Tareas de precisión en condiciones de fatiga durante el entrenamiento. Mantener la compostura y la disciplina aun cuando las malas condiciones de realización de la ejecución son complejas, bien por cambios en la temperatura, los cambios en el horario y la falta de recuperación.
Quizás la planificación de estas pruebas de entrenamiento y en partidos de confrontación van a demandar de la presencia del psicólogo y el apoyo de los médicos y fisioterapeutas para garantizar la seguridad de los deportistas y su salud y es que esta es una forma de probar nuestras ventajas en condiciones de riesgo similares a la competencia.
El control se fortalece con la propia auto percepción del deportista. La práctica demuestra que el jugador que es capaz de reconocer mejor sus estados internos puede ajustar mejor sus ejecuciones a las exigencias extremas del juego.
Los entrenadores deben de tener la creatividad necesaria para que con los medios y el grupo de deportista con que cuentan pueda llegar a un modelado de las condiciones de la competencia.
La eficiencia del trabajo en equipo.
¿Los jugadores de acuerdo con su nivel de entrenamiento contribuyen a la efectividad del equipo en la situación de competencia? ¿Cumple el equipo la tarea que se le asignó para la competencia? ¿Cómo fue la comunicación entre los jugadores en los diferentes segmentos del set o del partido de acuerdo con factores tales como el marcador, la calidad del contrario, el arbitraje y las reacciones de los espectadores?.
La eficiencia del equipo esta fuertemente influida por la cohesión de sus miembros en el momento de la competencia. Esta definida como la capacidad de comprender y desear de conjunto que se logre la meta común del equipo.
El entrenador debe tener en consideración que hay tres variables que interactúan fortaleciendo o debilitando el equipo: La actividad que están realizando, los sentimientos o armonía entre los jugadores y la comunicación.
La actividad conlleva comunicación y esta influye en los sentimientos del equipo, de igual forma los sentimientos influyen en la comunicación y esta en la actividad. Y la comunicación determina la actividad y los sentimientos. Son variables que constituyen parte del sistema del equipo. Cuando una de estas variables se deprime puede llegar a debilitar a las otras y cuando una se fortalece puede potenciar a las que se encontraban debilitadas o en conflicto, por ejemplo, en un subgrupo del equipo puede existir sentimientos de hostilidad o aprensivos entre ellos y al desarrollar una tarea en conjunto que requiere de la cooperación indispensable para alcanzar una meta, lo que conlleva comunicación, esta interacción puede llevar a mejorar el carácter de sus afectos.
Cuando unos interactúan con otros los lazos de amistad como tendencia se engrandecen y esto estimula a la realización de actividades.
El entrenador debe ser un tenaz observador de la “atmósfera social” del equipo y puede auxiliarse de los medios y las operaciones en el entrenamiento para mejorar las fisuras y la falta de armonía de los jugadores o fortalecerlo.
El estilo de vida de los jugadores.
¿Cómo influyen sobre el jugador los aspectos de su vida? ¿Pueden perturbar su disposición a rendir en entrenamiento y competencia? ¿Están contribuyendo sus relaciones sociales a incrementar sus rendimientos? ¿Cómo se relacionan sus motivaciones en otras áreas de su vida con las deportivas? ¿Emplea de forma correcta su tiempo libre?.
El entrenador ejecuta múltiples papeles en la formación del deportista y estos influyen de manera especial en su capacidad para orientar psicológicamente al deportista frente a las diferentes tensiones que aparecen en su vida. El entrenador debe ser lo suficientemente sagaz como para lograr establecer relaciones con sus jugadores, de carácter afectivo que le permitan aconsejar y seguir de cerca los factores que más allá del régimen de entrenamiento afectan al deportista.
Mientras más joven es el deportista esta tarea debe ocupar un lugar especial en el trabajo del entrenador y relacionarla con la acción de orientación educativa que ejerce en el propio entrenamiento, en el fortalecimiento de valores y pautas de conducta como lo es la disciplina, el trabajo bien hecho, el sentido de la responsabilidad y el respeto a los que le rodean.
Todas las motivaciones que no están incluidas en el área de su actuación deportiva van a ejercer de una manera u otra su influencia en la disposición del deportista, pueden en ocasiones colocarlo en una situación de conflicto e incluso llevarlo al abandono del deporte o a introducir pautas de comportamientos negativos. A menudo un campeonato se gana o se pierde por circunstancias que están fuera de la actividad deportiva.
Saludos
Dr. Francisco Enrique García Ucha