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Facilitación Neuromuscular Propioceptiva desde la perspectiva de la Psicología del Deporte

OsvaldoPor: MS. C. Osvaldo León Bravo.
«La preparación psicológica es considerada aquel proceso dirigido al desarrollo de un conjunto de cualidades y habilidades psíquica del deportista que garantizan la actuación acertada y confiable en las condiciones extremas del entrenamiento y la competencia a fin de crear un estado de disposición óptima» (Acosta, 2002). Dentro de la misma contamos con dos etapas, la general y la especial, donde cada una de ellas contará con un determinado tipo de psico diagnóstico y de entrenamiento psicológico.
Dentro de los objetivos que tiene la preparación psicológica se encuentran: el aprovechamiento óptimo del nivel de preparación deportiva para lograr el máximo resultado y consolidar predisposiciones de resistencia competitiva y precompetitiva siendo capaces de actuar en las condiciones más difíciles.
Durante cada una de las etapas es importante que cada deportista forme un accionar propio del entrenamiento y alcancen una determinada organización de su actuación lo cual le permitirá crear hábitos y destrezas por medio de la ejercitación de sus procesos y particularidades de su formación psicológica, las cuales se expresan en la conducta de los deportistas.
Como podemos apreciar la preparación psicológica es un proceso complejo que encierra un conjunto de variables que actúan directamente e indirectamente en el deportista y en ocasiones van a determinar el grado de disposición óptima para el entrenamiento o competencia.
En ocasiones, el grado de disposición óptima se encuentra afectado por elementos laterales al proceso de entrenamiento, los cuales escapan a la vista de cualquier entrenador, psicólogo o médico; dentro de ellos podemos mencionar un régimen de vida inadecuado, una alimentación no proporcionar a la carga de entrenamiento y los trastornos del dormir aspectos todos relacionados fundamentalmente con el proceso de restablecimiento del deportista.
Con vista a garantizar este grado de disposición óptima se hace necesario fortalecer los procesos de intervención psicológica en los espacios recuperativos del deportista, a su vez esto exige de un trabajo interdisciplinario entre  fisiólogos, biomecánicos y bioquímicos.
Una de las alternativas de intervención psicofisiológica que pudiera ser empleada para evitar lesiones en el deportista y activar, además los mecanismos de recuperación, lo constituyen los ejercicios de facilitación neuromuscular propioceptiva (P.N.F., Proprioceptiva Neuromuscular Facilitación)
La técnica de facilitación neuromuscular propioceptiva, fue creada, entre 1946 y 1950, por el neurofisiólogo norteamericano Herman Rabat. La cual se elaboró para ayudar, en lo posible, a la recuperación de los miles de niños afectados por la epidemia de poliomielitis que apareció en Estados Unidos en esos años. En esta tarea colaboraron estrechamente con el dos fisioterapeutas: Margaret Knott y Dorothy Voss; en realidad, ellas fueron las que llevaron adelante la práctica de la técnica, la mejoraron y la utilizaron en otras muchas patologías neuromusculares. De entonces aquí, su uso se ha extendido y se ha hecho imprescindible en neurología y aparato locomotor como técnica fisioterapéutica elección.
Desde hace algunos años esta viene utilizándose en fisioterapia del deporte, tanto como refuerzo muscular cuando como terapéutica en las lesiones deportivas y tras los tratamientos quirúrgicos del deportista.
La razón más importante para aconsejar el uso de esta técnica en la reducción de las lesiones deportivas es que permite la realización del gesto deportivo propio de cada especialidad, consiguiendo el refuerzo muscular en ese preciso patrón de movimiento e incluso, en un punto determinado de su recorrido.
Fundamentos de la técnica de P.N.F.
La P.N.F. es una técnica de reeducación cuya finalidad es facilitar el desencadenamiento de mecanismos neuromusculares estimulados por los propioceptores. Esta se basa en los principios enunciados por Sherrington:
– Inducción Sucesiva: La flexión aumenta la extensión y la extensión aumenta la flexión.
– Inervación recíproca: La contracción refleja o voluntaria de un músculo se asocia a la relajación simultánea del músculo antagonista, debido a una respuesta inhibitoria de los husos musculares.
– Irradiación: La contracción voluntaria máxima contra resistencia produce una respuesta en otros músculos no implicados en la contracción.
– Reflejo miotático o de estiramiento: Es la respuesta de los husos musculares al estiramiento del músculo o mediante una acción refleja que inicia una contracción más fuerte para reducir el estiramiento. El reflejo es fundamental en la P.N.F. ya que actúa como un   elemento autorregulador o compensatorio, permitiendo al músculo adaptarse automáticamente a cargas diferentes, sin que la información tenga que ser procesada en los centros superiores. Los impulsos excitadores se transmiten a los músculos que realizan el  movimiento deseado (agonista), mientras que los impulsos inhibidores llegan a las neuronas de los músculos antagonistas.
Bajo este soporte conceptual se creó toda una sistemática de trabajo, organizado en esquemas de movimiento que se aproximan lo más posible a los naturales, los realizados en la vida cotidiana y en el deporte:
Estos esquemas permiten:
– Reforzar músculos.
– Flexibilizar articulaciones.
– Coordinar el sistema neuromuscular.
Todos ellos se realizan con movimiento ESPIRALES y DIAGONALES, siguiendo la fisiología muscular y la actividad motora natural, que efectúa movimientos en masa, no de cada músculo individual, y que va pasando por distintos planos a lo largo del recorrido.
Esquemas del movimiento.
Los esquemas de movimientos se realizan en diagonales con tres componentes:
– Flexión-extensión.
– Abducción-aducción.
– Rotación interna-rotación externa.
El pie y la mano, a su vez, pueden estar en flexión o extensión, en pronación o en supinación, según lo demanden las sinergias del movimiento realizado.
Los esquemas pueden ser INDIVIDUALES o GLOBALES. Los primeros se llevan a cabo con la cabeza, tronco, miembro superior y miembro inferior. Los segundos son movimientos combinados para pasar de una posición a otra: decúbito supino a prono, decúbito prono a posición cuadrúpeda, etcétera. Estos se utilizan, sobre todo en neurología.
Cada diagonal consta de dos patrones de movimiento: el patrón AGONISTA y el patrón ANTAGONISTA, con sus tres componentes de movimiento, debidamente combinados, dependiendo al esquema a realizar. Las diagonales pueden ser: laterales, bilaterales  (simétricas y asimétricas) y otras, de forma que algunas de ellas resultan muy complicadas y requieren de alto grado de coordinación por parte del deportista y del terapeuta. Cada diagonal puede realizarse con PIVOTE INTERMEDIO (rodilla y codo) flexionado, dependiendo del tipo de trabajo que se quiere llevar acabo.
Técnicas especificas de la P.N.F.
Durante la realización de los esquemas se realizan técnicas diversas, adecuadas a la patología a tratar, al estado general del deportista y a sus posibilidades. Las principales son:
– Iniciación rítmica.
– Contraer-relajar.
– Mantener-relajar.
– Inversión lenta, mantener-relajar.
– Contracción repetida o resistencia máxima.
– Inversión lenta.
– Inversión lenta-mantener.
– Estabilización rítmica.
En un momento dado, todas ellas pueden combinarse para provocar una determinada respuesta o lograr una cierta amplitud a la vez que se refuerza un grupo muscular específico.
Cada fisioterapeuta empleará su propia experiencia y su criterio ante cada paciente.
Ha de tenerse presente que las sesiones de trabajo no deben llegar a fatigar al paciente hasta el punto de que le impida desarrollar su actividad normal; y, así mismo, el fisioterapeuta debe ser prudente en el empleo de las diferentes técnicas, ya que algunas de ellas son altamente agresivas para alguien con problemas clínicos subyacentes. De ahí la importancia de realizar una buena anamnesis antes de iniciar el tratamiento y ajustarse a las características de cada deportista tratado.
Técnicas de estiramiento:
Tiene como finalidad producir la relajación del músculo por medio de la respuesta inhibitoria para aumentar la amplitud de una articulación.
Las cuales son:
INICIACIÓN RÍTMICA: Consiste en la realización de series progresivas con el siguiente orden: 1) movimiento pasivo, 2) movimiento activo-asistido, 3) movimiento activo llevado a cabo por el grupo muscular agonista. Con esto se logra un aumento de la amplitud articular de forma progresiva.
CONTRAER-RELAJAR: Movilización pasiva hasta encontrar resistencia; entonces se pide al paciente que haga una contracción isotónica de los músculos antagonistas. SOLO SE PERMITE LA ROTACIÓN, que se resiste durante unos diez segundos; entonces se solicita al paciente que relaje suavemente, llevándose de nuevo la extremidad a la posición lograda más amplia. Repetir dos o tres veces.
MANTENER-RELAJAR: Como la anterior, con la diferencia de que la contracción que se pide al paciente es isométrica. Se avanza a posiciones más amplias, bien mediante contracción voluntaria isotónica activa o bien por medio de una movilización pasiva llevada a cabo por el fisioterapeuta hasta una nueva posición. Repetir dos o tres veces.
INVERSIÓN LENTA, MANTENER-RELAJAR: Movimiento activo por parte del paciente hasta el límite, seguido de una contracción isométrica de los músculos antagonistas y mantenida durante 30 segundos,  aproximadamente. Pedir, entonces, una relajación progresiva y suave, seguida de una contracción isotónica del patrón agonista.
Técnicas de refuerzo muscular.
Son las siguientes:
CONTRACCIÓN REPETIDA: Contracción repetida de un músculo o grupo muscular débil, en general o en algún punto específico. El sujeto realiza el patrón de movimiento elegido contra la resistencia opuesta por el fisioterapeuta, que debe ser la máxima que el paciente pueda soportar; hasta que aparece fatiga se mantiene la contracción; seguidamente se realiza un estiramiento en ese punto. Esta técnica esta desaconsejada en caso de lesiones, dado que la resistencia que se aplica es la máxima y puede resultar peligroso.
INVERSIÓN LENTA: El sujeto realiza el recorrido del patrón antagonista contra la máxima resistencia opuesta por el fisioterapeuta a fin de provocar también una respuesta máxima. Continúa poniendo máxima resistencia en el patrón agonista. De esta forma, se consigue una buena coordinación reciproca de dos grupos musculares agonistas y antagonistas.
INVERSIÓN LENTA-MANTENER: El paciente realiza el movimiento de forma isotónica en el patrón antagonista, seguido inmediatamente de una contracción isométrica. Se le pide que mantenga la posición y la contracción al final de cada movimiento isotónico.
ESTABILIZACIÓN RÍTMICA: Consiste en la contracción isométrica del patrón agonista, seguida de la contracción, también isométrica, del patrón antagonista.
La contracción conjunta y repetida de estos músculos consigue que la fuerza que se adquiere sea máxima en ese punto determinado en el que se ha trabajado.
Sistema de trabajo:
Fundamentalmente puede resumirse en los siguientes apartados:
1)- La posición de partida para la realización de un esquema es la de máximo estiramiento, hasta el punto en que aparece el tope, bien sea fisiológico, bien sea debido a una rigidez articular; es, precisamente, esa ganancia de motilidad la que se intenta conseguir. Es, pues, muy importante partir del máximo estiramiento para conseguir la máxima amplitud articular y para conseguir, después, la máxima contracción.
2)- El fisioterapeuta adapta su posición al esquema que se está realizando, permaneciendo siempre en la diagonal, de modo que el contacto manual sea el correcto y la resistencia, si se trabaja con ella, venga ayudada por el peso del cuerpo del fisioterapeuta oponiéndose a la acción, con lo que el ahorro de energía para este es evidente.
3)- Las prensas manuales deben ser firmes y siempre en contacto con el grupo muscular que está trabajando en ese momento; es por eso que el fisioterapeuta debe cambiar la posición de sus manos cuando cambia el patrón; oponiéndose siempre a él, tanto si aplica resistencia como si no lo hace.
El estímulo que provoca en los exteroceptores el contacto de la mano es muy importante; por tanto, debe usarse ésta en toda su superficie para ampliar y abarcar lo más posible los músculos implicados (siempre, por supuesto, los agonistas).
4)- Las órdenes verbales dadas al paciente deben ser claras, precisas, continuadas a lo largo del recorrido, con el fin de estimularle a que su respuesta sea óptima del principio al fin y sus movimientos estén perfectamente integrados mentalmente. Antes de comenzar la realización del esquema se muestra al sujeto el recorrido a hacer de forma pasiva, hasta que sea capaz de repetirlo él solo. La mirada del paciente debe acompañar al movimiento para mantener su concentración.
5)- La aplicación de la resistencia en la contracción isotónica debe ser máxima a lo largo de todo el recorrido del patrón. En la contracción de tipo isométrico debe mantenerse una resistencia firme y debe ir seguida de una relajación llevada a cabo de forma gradual.
6)- Los músculos trabajan en secuencias distal-proximal y proximal-distal. Las contracciones potentes de los músculos son aprovechadas para facilitar la contracción de otro más débil.
Una vez conocidos los fundamentos de la técnica de la P.N.F., parece evidente que su aplicación en el ámbito deportivo es, cuando menos, digna de tenerse en cuenta. Su utilidad no se reduce, como hemos visto, al tratamiento de lesiones o a la recuperación postraumática, sino que abarca múltiples facetas del entrenamiento del deportista. Por lo cual pensamos que la P.N.F. debería ser conocido por los entrenadores ,preparadores físicos y psicólogos para, junto con el fisioterapeuta de su equipo, aprovechar las muchas ventajas que supone sus práctica habitual en combinación con otras terapias y otras formas de trabajo muscular específico, por ejemplo: contacto manual, patrones de movimientos  específicos, adaptación al gesto deportivo, refuerzo muscular en un ángulo determinado del recorrido, control continuo del estado de fatiga, adaptación del fisioterapeuta a las peculiaridades del deportista y estimulación verbal, óptica y manual.
Bibliografía:
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3. Carpinter, P. J., y B. J. Cratty. (1983)Actividad Mental, Sueños y Desempeño en Deportistas de Equipos Deportivos. International Journal of Sport Psy. 14 (3) .
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10. Rudik, P, A. (1990). Libro de Texto. Editorial Planeta, Moscú.
Ms.C. Osvaldo León Bravo, forma parte de un conjunto de experto que constituyen el grupo de apoyo a mi labor científica.
Saludos.
Dr. Francisco Enrique García Ucha.