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El Entrenador

Entrenadores Su Liderazgo

Su Liderazgo

La mediación de los entrenadores es crucial en la incorporación, formación y desarrollo de los deportistas para incrementar sus rendimientos y hasta en efectos contraproducentes al deporte, como lo es el abandono por los participantes. 

Podemos decir que si el deporte de alto rendimiento existe y está desde la antigüedad es gracia a la actividad de los entrenadores, sólo hay casos muy excepcionales, en que un deportista llegue a constituirse en su propio entrenador. Uno de ellos fue el corredor de fondo checoeslovaco Emil Zapotech.

De igual modo, en cada oportunidad en que se ha socavado la autoridad de un entrenador, en un equipo, observamos que los resultados de este conjunto deportivo descienden significativamente.

Entrenador y deportistas son los actores principales del escenario deportivo. 

De los primeros estudios de Ogilvie y Tutko, (1981), evaluaron los rasgos de personalidad observados en la conducta cotidiana y manifiesta de los entrenadores, descubriendo que la muestra estudiada de prestigiosos entrenadores norteamericanos era inteligente pero inflexible, altamente organizada, estable, sociable y dominante, pero que tenía poco interés en las necesidades de otros de depender de alguien. Estos investigadores averiguaron, igualmente que los entrenadores de deportistas universitarios aventajaban a la población ordinaria en cuanto a las características de su grado de rendimiento pero que se quedan por detrás en cuanto a la sensibilidad y relaciones interpersonales.

Hendry (1973) estudio tanto entrenadores como profesores de Educación Física concluyendo que son claramente autoritarios y que aparentemente disfrutan de ser el centro de atención, y se muestran agresivos.

No obstante, se ha hallado disimilitudes bien definidas. Las mayores diferencias se hallan en el carácter sociable, impulsivo, agresivo y el alto rendimiento de los educadores físicos por un lado y la inflexibilidad, desconfianza y restricción de las ideas de los entrenadores.

Hendry (1973) averiguó que las mujeres entrenadoras tenían un elevado grado de autodominio y sabían centrarse con considerable frialdad. 

El entrenamiento es evidentemente, una dura existencia con rivalidades en la que no tienen cabida los fenómenos del corazón blando.

Singer (1973). Se aproxima a destacar seis cualidades más importantes de un entrenador.

Capacidad de ganarse el respecto de los deportistas, comunicarse con otros, confianza, conocimientos de la actividad, honradez e integridad y capacidad de soportar un trabajo duro y exigente.

El entrenador en su rol, tiene un desempeño mediado por la capacidad para reaccionar ante las características y requerimientos de sus deportistas y como es lógico dentro de esa interacción los deportistas van a reaccionar a la conducta del entrenador, por lo que este debe de prever y actuar en consecuencia con la complejidad de los factores que intervienen en su labor.

Uno de los componentes del rol del entrenador consiste en su condición de líder. 

El entrenador es la figura que organiza las acciones de los deportistas para el cumplimiento de los propósitos de las tareas y la actividad deportiva. De este modo su labor abarca dimensiones del liderazgo en el deporte como proceso de toma de decisión, técnicas de motivación, intervenciones de feedback, habilidades de comunicación, dirección, orientación y control de las acciones de los miembros del equipo deportivo.

El liderazgo se puede considerar como: ¨El comportamiento de un individuo cuando esta dirigiendo actividades de un grupo hacia un objetivo en común” 

López Abascal y García Ucha, (1994) realizando un estudio en escuelas de iniciación deportiva, con 457 nadadores encontraron que 4 de cada 10 varones y 3 de cada 10 hembras abandonan el deporte por dificultades en las relaciones con los entrenadores.

López Abascal y García Ucha, (1994) investigaron en 168 nadadores, tres variables, Capacidad Cognitiva, Respuesta Emocional y Comportamiento por medio del cuestionario, de Hanin (1980) sobre la evaluación por los deportistas de los entrenadores en el estudio se halló: Los entrenadores valorados por los deportistas de forma positiva en las tres variables pertenecían a equipos de mayor estabilidad en los rendimientos y menor abandono.

Las valoraciones bajas, asignadas por los deportistas, en la variable: Emocional influían en una valoración baja en el resto de las variables, aun cuando no se correspondía realmente con la pericia del entrenador y su conducta

Pérez Ramírez (2002) realizó un estudio cualitativo con 5 entrenadores de fútbol, 3 de tenis y 3 de atletismo que trabajan en España en tres contextos diferentes acerca de la trayectoria profesional, identidad y conocimiento y concluyo que son: personas competentes, ejercen un claro liderazgo, poseen gran habilidad en las relaciones interpersonales que establecen con los deportistas a los que dirigen, proporcionándoles feedback, dirigiendo con seguridad, y consiguiendo el óptimo rendimiento y la satisfacción de los deportistas.

A pesar de estos resultados tan positivos, se hallan criterios acerca de que la profesión de entrenador es una de las más controvertidas de cuantas existen en la actualidad. El propio desarrollo del deporte y la continua comercialización, elevan el nivel de exigencia de los profesionales de esta esfera y, por tanto, los resultados que ellos esperan.

Estudios realizados en la actualidad por psicólogos como Gimeno, (2003) Olmedilla, (2002) Roffe, (2005) Pérez Ramírez, (2002) Samulski, Noce, & Pussieldi, (1998). Chelladurai (1990) y otros, llevan a conformar varios temas de investigación dirigidos al logro de mejores habilidades y competencias para el entrenador. El análisis de las formaciones más relevantes se describe de la forma siguiente: Las características de personalidad, el liderazgo y el conocimiento o las capacidades requeridas para su profesión

El liderazgo se ha estudiado desde diferentes enfoques:

• Enfoque de los Rasgos

• Enfoque del Comportamiento

• Enfoque Interaccionar.

• Enfoque multidimensional.

Este último aparece descrito en el Modelo de Chelladurai (1990) 

Modelo Multidimensional:

Este modelo defiende que las características de personalidad del líder y de los componentes del grupo deportivo, interactúan con otros aspectos como el tipo de tarea y el entorno. Está dentro del modelo de interacción y contempla un mayor número de aspectos y factores, y fue creado específicamente para situaciones deportivas.

El principio que subyace a este modelo mantiene que las conductas del liderazgo varían en función de las situaciones, de las características de los deportistas y del entrenador, y de los cambios en su entorno.

Dicho enfoque llama la atención en relación con lo que hoy se denomina liderazgo situacional y que nos habla de la capacidad del líder para acomodar su estilo a la situación en que se encuentra.

Como bien se señala un número de factores a considerar en situaciones deportivas nos muestran la complejidad de los requerimientos al liderazgo de los entrenadores.

García Ucha (2007) estudió 10 entrenadores cuyos equipos o deportistas habían alcanzado resultados olímpicos y como tendencia mostraban un estilo de liderazgos autoritario y sabían flexibilizar su estilo en función de las situaciones que enfrentaban en entrenamiento y competencias.

Una variable de influencia para la interacción óptima deportista – entrenador está dada por el conocimiento especializado del entrenador, es decir, la competencia específica especializada como pudo demostrar García Ucha (2011). La dirección efectiva presupone un conocimiento, lo más exacta posible, de las formas de reacción y comportamiento psíquicos específicos de los deportistas, en especial, después del éxito o el fracaso en la competencia, exige del entrenador conocimientos sobre los procedimientos de preparación mental empleadas y dominadas por los deportistas, da por sentado una concordancia de las medidas de asesoramiento entre el entrenador de base y el entrenador que asiste a la competencia y exige niveles de responsabilidad claramente definidos en el equipo a donde es confinado.

Al respecto Frester (1995) calcula que un 70% de los conflictos que aparecen entre entrenadores y deportistas se relacionan con las incorrecciones y carencias de la comunicación.

1. Incapacidad para comprender a los deportistas

2. Establecer preferencias por unos u otros deportista

3. Rechazo encubierto de algunas o más características particulares, rechazo que aflora en situaciones de gran estrés o de gran carga emocional

4. Establecen generalidades, que tienen su base en estereotipos formados con anterioridad.

5. Incapacidad para brindar apoyo emocional, aun cuando no sea recomendable involucrarse en ellos.

6. Emitir juicios obre los deportistas guiados solo por su experiencia anterior, sin profundizar en las posibles causas.

7. Subvaloran el papel del lenguaje corporal usándolo indiscriminadamente sin preocuparse de la influencia que puedan tener sus gestos, mímicas, posturas sonidos, tonos de voz en los deportistas.

8. Tendencia a ser recios a lo nuevo, a ser inflexibles y cuándo se trata de nuevas adquisiciones.

Bibliografía 

Chelladurai, P. (1990). Leadership in sport: A review. International Journal of sport psychology, 21, p. 328-354.

García Ucha (1999) El entrenador deportivo. http://www.efdeportes.com/efd14/gucha.htm

García Ucha (2000) Conferencia: El trato del Entrenador Personal con el cliente. 1er Congreso Internacional de Personal Training. Buenos Aires. Argentina.

García Ucha (2007) El rol del entrenador.

García Ucha (2011) La concepción del deporte en entrenadores de voleibol femenino. Psicodeportes APDA en su número 18 del año 19 Marzo 2011, ISSN 1851-8656

Garcia, E., Lemos, K., & Greco, (Org.), Temas atuais em Educação Física e Esportes III. Editora UFMG: Belo Horizonte. Cáp. 9, 139-154.

Gimeno, F. (2003) descripción y evaluación preliminar de un programa de habilidades sociales y de solución de problemas con padres y entrenadores en el deporte infantil y juvenil. Revista de Psicología del Deporte Vol.12, núm. 1, pp 67– 79

Hanin, Y. (1980) Psychology of communication in sport. Moscow. Fis. Public.

Hendry. L. B. (1974) The coach and the Teacher of Physical Education – A Personality Study. British Journal of Physical Education, 512, v-vii

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López Abascal, J. L. y García Ucha, F. (1994) Relación de la motivación con otros factores de personalidad en un equipo infantil de natación. 1er. Conferencia Internacional de Deportes de Alto Rendimiento. INDER. La Habana, Cuba.

Méndez Mora S., Puente Rodríguez F., Ramírez Pérez J., Rojas Torres B. (2005) Perfil y preparación académica de entrenadores y directivos de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México. Revista de Ciencias del Ejercicio –FOD-Volumen 1, Número 1,

Ogilvie, B. y Tutko, T. (1981), L’entrainer et sa personnalité. Jeunesse et Sport. 7, 157-159.

Olmedilla, A. (2002). Programas de intervención psicológica en contextos deportivos. En A. Olmedilla, E. J. Garcés de Los Fayos y G. Nieto (Coords.), Manual de psicología del deporte. Murcia: Diego Marín. 

Pérez Ramírez, M. del C. (2002) Estudio cualitativo sobre entrenadores de alto rendimiento deportivo. Revista de Psicología del Deporte. Vol. 11, núm. 1 pp. 9

Samulski, D., Noce, F., & Pussieldi, G. (1998). Estudo comparativo dos estilos de liderança entre treinadores de voleibol e natação. –