En diferentes ocasiones, F. García Ucha (2002) señala, que la persona que más influye sobre el deportista es el entrenador.
Debemos de reconocer que el seno de las relaciones interpersonales entre el entrenador y el deportista se consolida las condiciones para obtener los rendimientos propuestos en los entrenamientos y competencias.
Estas relaciones interpersonales: entrenador deportista se efectúa por medio de la comunicación.
La comunicación puede ser definida como un proceso complejo, de carácter social e interpersonal, en el que se lleva a cabo un intercambio de información, verbal o no verbal, se ejerce una influencia reciproca y se establece un contacto en el ámbito racional y emocional entre los participantes. D. Zaldivar (2001).
En observaciones realizadas podemos constatar que un 50 al 70% de la tarea del entrenador con el deportista se ejecuta por medio de la comunicación. F. García Ucha (2000).
Se incluyen aquí las orientaciones para la realización de los ejercicios, los mensajes que instan a la elevación de los esfuerzos, las señales para incrementar la motivación del deportista, el sostenimiento de las acciones, el grado de activación frente a las demandas de las tareas deportivas, la regulación o rectificación de la ejecución motriz, la técnica y la táctica durante las condiciones de entrenamiento y competencia.
La valoración del comportamiento del deportista, sus ejecuciones y operaciones en el transcurso de las tareas deportivas, se traslada por el entrenador por medio de la comunicación verbal y no verbal.
El entrenador recibe además la retroalimentación necesaria por parte del deportista de los efectos que están ocasionando los ejercicios y las respuestas a sus mensajes.
De manera, que mediante la comunicación se cubre varias funciones.
Brindar información y mediante ello intercambiar experiencias y conocimientos.
Regulación de la conducta, donde se pone en evidencia la influencia mutua entre quienes se comunican.
Valoración afectiva entre las personas que se comunican.
El proceso de comunicación resulta de una significación tan elevada que se considera como una de las claves fundamentales de la formación y modificación de la personalidad del hombre. F. González Rey (1999).
De lo anteriormente planteado, resulta que el concepto de comunicación, sus peculiaridades y la búsqueda de las formas más efectivas de llevarla a cabo este presente en toda actividad humana y muy especialmente en las actividades formativas en las que se incluye el deporte.
Desde la Psicología del Deporte, destaca J. Cruz Feliú (1999) se deben enseñar los principios de un enfoque positivo del entrenamiento que incluya el perfeccionamiento del estilo de comunicación de los entrenadores con los deportista y, de esta forma, mejorar, además de su rendimiento deportivo, la autoconfianza, el clima de motivación.
Comunicar no es simplemente informar, conlleva un proceso más complejo que abarca la comprensión del receptor, su interpretación adecuada y la toma de decisión consecuente con el contenido de la comunicación recibida.
En ello interviene la forma en que es considerado el significado del mensaje, el contexto social que tipifica la relación entre los que se comunican y el hecho de que tanto la emisión como la recepción y la consiguiente retroalimentación ocurren de manera integrada en un mismo momento.
Pensemos en el papel activo que la personalidad de cada persona despliega. La personalidad facilita de forma activa el «filtrado», pudiéramos decir, la interpretación de los mensajes y la valoración de las condiciones en que se realiza la comunicación incluyendo a quien comunica y con la cual debe interactuar el receptor.
Se comprobó que en el proceso de comunicación, las palabras empleadas no tienen un peso tan significativo como le puede constituir el sonido de la voz y el lenguaje corporal de quien emite la comunicación.
Los expertos nos argumentan que sólo un 10% de lo transmitido por medio de la palabra es tomado en consideración por el receptor.
Mientras el sonido con que expresamos nuestras palabras ocupa un 30% de lo que interpreta el receptor del mensaje y un 60 % se relaciona con los aspectos gestuales.
Por ello, la congruencia entre lo transmitido, el tono de la voz, y el lenguaje corporal determinan en mucho que el mensaje sea comprendido con claridad, o sea interpretado de forma incorrecta e incluso causar reacciones emocionales negativas.
El fin de la comunicación estriba en que el mensaje sea comprendido y con ello revela una interiorización de los significados transmitidos.
Como en toda comunicación, los deportistas reaccionan por ejemplo, en las competencias, especialmente ante las formas de expresión mímicas y gestuales de los entrenadores de una manera extremadamente sensible y se motivan fuertemente o pierden las energías al igual que en todos los periodos del entrenamiento.
El entrenador debe tener presente las premisas y condiciones psicológicas para una exitosa comunicación, considerando las expectativas de los deportistas.
Una elevada habilidad para comunicarse por parte del entrenador, incluye la capacidad de insertar las informaciones correctas en el momento oportuno, no basta, sin embargo, para una exitosa dirección.
La comunicación efectiva presupone un conocimiento, lo más exactamente posible, de las formas de reacción y comportamiento de los deportistas, en especial después del éxito o el fracaso en la competencia. Lo que exige del entrenador conocimientos sobre el empleo de intervenciones psicológicas, y por tanto, da por sentado una concordancia de las medidas de asesoramiento entre todo el staff de entrenadores que asiste a la competencia y exige niveles de responsabilidad claramente definidos de cada uno de ellos, o sea el jefe de entrenadores, el preparador físico y otros miembros.
Un estudio realizado por Frester (1995), con 120 deportistas de alto rendimiento procedentes de 8 deportes olímpicos sobre el grupo de problemas que pueden tener consecuencias en el proceso de comunicación permitió reconocer diferentes dificultades en las habilidades de los entrenadores como comunicadores.
Más del 80% de los deportistas cuestionados plantearon que el flujo de información era unilateral. Aproximadamente el 82% de las informaciones (indicaciones correctivas, reglamentaciones, reglas sobre el comportamiento, explicaciones sobre el decurso de los movimientos, exigencias sobre el comportamiento de acuerdo con las normas) son comunicadas frecuentemente al deportista por el entrenador a partir de un comportamiento autoritario.
Sólo el 18% de las retroalimentaciones tienen lugar del deportista a los entrenadores sobre situaciones de actualidad, preocupaciones, miedos, causas de errores sufridos, deseos de lograr un comportamiento determinado y otras más.
Estas deficiencias en el comportamiento comunicativo de los deportistas se experimenta con insatisfacción, son causas de conflicto y determinan estados emocionales negativos.
En resumen los problemas por orden de frecuencia fueron:
Flujo unilateral de informaciones.
Inventario diferenciado de señales.
Concepciones incongruentes.
Demasiado instructivo.
Poco comprensivo.
Transformación insuficiente de la información.
La no correcta comunicación entre el entrenador y el deportista, argumentan estos últimos conducen a malos entendidos y a inseguridades e inhibe o retrasa la toma de decisiones.
Se calcula que un 70% de los conflictos que aparecen entre entrenadores y deportistas se relacionan con las incorrecciones y carencias de la comunicación, por ejemplo, los deportistas que reciben más comunicación de parte del entrenador se sienten premiados, mientras que quienes reciben menos mensajes se sienten menos satisfechos
en sus tareas deportivas.
Los últimos en enterarse de los acontecimientos, noticias u orientaciones están más insatisfechos que aquellos que se enteraron primero.
De igual forma, los que tienen menos oportunidades de ser escuchados estarán como tendencia menos satisfechos.
Las cualidades personales que se manifiestan en la comunicación y pueden ocasionar conflictos según, F. García Ucha (2000) son:
•En los entrenadores:
Ausencia de dominio de sí, incapacidad de esperar el resultado final de los planes.
Incapacidad para realizar un análisis.
Indisciplina.
Ausencia de aspiraciones y perseverancia en la adquisición de los objetivos planteados.
•En los deportistas:
Negligencia e incapacidad para subordinarse.
Indisciplina.
Ausencia de valentía, de la capacidad de enfrentar los riesgos.
Incapacidad de soportar las cargas máximas de entrenamiento.
Falta de voluntad para sacrificarse a los intereses del equipo, e ir en su ayuda.
El tema de la comunicación entre el entrenador y los deportistas llegó a la visión de alguno de los grandes maestros de la Psicología del Deporte desde hace varias décadas, ya en los años 80, T. Orlick, en su magnífica obra «Psyching for Sport Mental Training for Athletes Champaign, Illinois, Leisure Press» dedicaba un capítulo completo al tema de la comunicación.
De ese capítulo 12 denominado La comunicación y la lectura de la mente, queremos resaltar:
«Las buenas habilidades de comunicación están entre los ingredientes más importantes que contribuyen al perfeccionamiento de la actuación y la satisfacción en la vida. Uno de los problemas más grandes en comunicación son que nosotros esperamos a menudo que otras personas sean lectores de la mente. Nosotros esperamos que ellos entiendan nuestros sentimientos sin expresar los. ¿Esperamos amor para entender nuestros sentimientos de un gesto simple o un pensamiento tácito, y nos defraudamos cuando ellos no hacen. ¿Por qué no entiende él mis sentimientos, mi perspectiva? ¿Por qué no responde ella mis necesidades? ¿Por qué no sabe él cuando yo necesito un abrazo?»
«Lectura de la Mente»
Es difícil de entender los sentimientos de otra persona o apreciaciones de otro si esta perspectiva nunca se ha expresado claramente. Es difícil, si no imposible, para alguien para responder a las necesidades de otro cuando él o ella no saben cuales son esas necesidades. Si Ud., expresa sus sentimientos y/o necesidades, esto da la posibilidad que alguien entienda y responda. Al menos se hacen conscientes de sus sentimientos y por consiguiente tienen la posibilidad de actuar. Tienes tres opciones: (a) usted puede escoger no expresar sus sentimientos y continuar siendo mal entendido y/o puede maltratar; (b) usted puede trabajar en mejorar sus habilidades de la lectura de la mente (transmitir y recibir los pensamientos directamente sin la charla); o (c) usted puede empezar a expresar sus sentimientos. Me parece que la tercera opción, a veces puede ser difícil, es la opción más realista en términos de mejorar relaciones y cosechar todos los otros beneficios que siguen».
Las observaciones anteriores de la obra de Terry Orlick, nos colocan en la seriedad del tema que exponemos en el sentido de que la comunicación tiene una doble vía. Hay una ínter vinculación. Lo dicho ocasiona un efecto y por ello reclama una respuesta.
Uno de los más serios problemas que se presentan en la comunicación entre el entrenador y los deportistas es cuando estos últimos se sienten no escuchados.
De manera, que el entrenador no solo debe convertirse en un buen comunicador sino además en un buen receptor de las señales verbales o no verbales del deportista.
Los expertos en esta área recomiendan:
Observar, escuchar y comparar.
Responder siempre a los mensajes no dejando la comunicación inconclusa o abierta para otro momento o quizás para nunca más.
Insistir en la retroalimentación de los deportistas acerca de lo planteado por Ud. es la forma de compartir lo comunicado a una persona.
Aclare los aspectos que no han sido comprendidos.
Enfatice su comunicación realizando un resumen de la misma.
Considere el volumen de la información que transmite.
Aprender a escuchar es un arte que requiere de una gran cuota de serenidad cuando el momento es de extrema tensión, como lo puede resultar un tiempo en medio de un juego con el marcador adverso.
Retornando a Terry Orlick, nos enfatiza sobre la escucha:
«Escucha Refinada» .
«Este probablemente es la más importante y menos desarrollada habilidad de comunicación. Escuchar involucra sus oídos, sus ojos, y su corazón. ¿Qué está diciendo esta persona realmente, Qué está sintiendo ella realmente? Esto no siempre se escribe en la superficie. Si usted no está seguro que cómo alguien se está sintiéndose sobre una decisión o una actuación, usted puede preguntar, «¿Cómo se está sintiéndose usted realmente sobre esto?». También, Volviéndose un observador perspicaz que le permite escuchar mejor».
«Para escuchar bien, usted debe olvidarse sobre cómo usted ve la situación y enfoque totalmente en cómo la otra persona lo ve. No interrumpa; no juzgue. Permita a la otra persona los expresar sentimientos mientras usted enfoca en escuchar y entender. Elimine el «sí pero». Evita desafiarlas a él o ella. No señale con los dedos. Simplemente escuche y sienta la perspectiva de esa persona. Entienda antes de responder».
Harry S. Sullivan, un reconocido psiquiatra psicoanalista social decía: «Debemos de evitar que nuestros actos de comunicación resultan ser ideas que nunca se encuentren en el espacio psicológico».
Los entrenadores deben de comprender que en una conversación quien sabe escuchar tiene un aventaja sobre el proceso de la conversación.
Comúnmente en nuestro trabajo con los deportistas les preguntamos: ¿qué esperan de los entrenadores en los momentos previos, dentro y al finalizar las competencias?
La gama de respuesta es bastante amplia pero resalta el interés en ser escuchados y atendidos.
Aquí se suele incluir el asesoramiento al entrenador con el propósito de que mantenga el control mental adecuado ante los mensajes emitidos por el deportista. Un momento de acaloramiento puede conducir a confusiones insalvables, la perdida de la confianza en el entrenador y la aparición de conflictos.
Es muy frecuente que cuando un equipo pierde una competencia todos se retiren del estadio. En muy pocas ocasiones se realiza un análisis inmediato de las causas de la derrota y días después se trata de reconstruir lo realizado en el juego resultando en una perdida de las vivencias más intensas y se pierde una gran oportunidad de escuchar lo que plantean los deportistas.
La comunicación incompleta genera un estado de incertidumbre que casi siempre desemboca en vivencias de amenazas que dan lugar o bien a la ansiedad o la tendencia a la hostilidad.
Pensamos que la lectura de este material lleve a la reflexión a muchos especialistas sobre el tema de al comunicación, su significado y el impacto tan fuerte que ejerce sobre las potencialidades del deportista y el equipo.
Recomendamos la lectura de la obra de Terry Orlick antes citada. Y aun y cuando no se trata de un texto vinculado a la Psicología del Deporte la obra TRABAJANDO JUNTOS. Comunicación productiva sobre el trabajo, de Sherod Miller, Ph. D. Daniel B. Wackman, Ph. D. Dallas R. Demmitt, Ph. D. y Nancy J. Demmit, M. C.
Otras lecturas recomendadas:
Bloom, G. A., Durand-Bush, N., Schinke, R. J., & Salmela, J. H. (1998). The importance of mentoring in the development of coaches and athletes, International Journal of Sport Psychology, 29 (3), 267-281.
Bloom, G. A., Schinke, R. J., & Salmela, J. H. (1998). Assessing the development of perceived communication skills by elite basketball coaches. Coaching and Sport Science Journal, 2 (3), 3-10.
Carron, A. (2001) The Sport Team as an Effective Group. In Applied Sports Psychology http://www.psychedonline.org/Books.htm (J. M. Williams, ed.). Mountain View, California: Mayfield Publishing Company.
Saludos.
Dr. Francisco Enrique García Ucha