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Música como intervención psicológica para deportistas.

Por Dr. Francisco Enrique García Ucha.
Desde hace unos años estudio los efectos de la música como medio de intervención psicológica en el estado psicológico de los deportistas y su posible impacto sobre los rendimientos, así en mí: “Herramientas psicológicas para entrenadores y deportistas” en 2004 enfatizó el uso de la música para activar, relajar y distraer a los deportistas en las diferentes circunstancias en las que se desenvuelve la actividad deportiva, de manera especial en las competencias. Asimismo, se describe cómo utilizar la música como un medio de potenciar otros tipos de intervenciones psicológicas, tales como, la relajación, visualización y meditación. Posteriormente presentamos: “Utilidad de la música en la preparación psicológica de los deportistas”, en 2015 junto a L. Ferres, en la Revista Costarricense de Psicología. De manera general, todas las experiencias apuntaron acerca de los efectos positivos del empleo de la la música sobre la mente del deportista.
Sin embargo, recientemente Frontiers que es una editorial académica de acceso abierto y arraigada en la comunidad, con elevado prestigio científico a editado un artículo titulado “Motivational music increases risk-taking but does not improve sports performance”. Recuperado de: https://blog.frontiersin.org/2018/02/07/psychology-sport-performance-motivational-music/. “La música motivacional aumenta la toma de riesgos pero no mejora el rendimiento deportivo”. Comentado por Anna Sigurdsson. En el artículo se plantea: que escuchar música motivacional durante las actividades deportivas y el ejercicio aumenta el comportamiento de riesgo, pero no mejora el rendimiento general. El efecto fue más notable entre los hombres y los participantes que seleccionaron su propia lista de reproducción. El estudio, publicado en Frontiers in Psychology, también se encontró que la música autoseleccionada tenía el poder de mejorar la autoestima entre aquellos que ya tenían un buen rendimiento, pero no entre los participantes que tenían un bajo rendimiento.
Destaca Sigurdsson sobre lo manifestado en el artículo, que escuchar música motivacional se ha convertido en una forma popular de mejorar el estado de ánimo, la motivación y la autoevaluación positiva durante los deportes y el ejercicio.

Hay una abundancia de evidencia anecdótica de la música utilizada de esta manera, como la famosa «Haka» maorí interpretada por el equipo nacional de rugby de Nueva Zelanda para entrar en la mentalidad correcta antes de los juegos.

Sin embargo, los procesos psicológicos y los mecanismos que explican el poder motivador de la música son poco conocidos.
Sigurdsson, en su comentario sobre el artículo, emplea las propias palabras de uno de los autores del trabajo el Dr. Paul Elvers, quien señala que «Si bien el papel de la música en la evocación de respuestas emocionales y su uso para la regulación del estado de ánimo ha sido un tema de considerable interés científico, la cuestión de cómo se relaciona escuchar música se relaciona con cambios en las cogniciones autoevaluadas», lo cual le resultó “sorprendente, dado que las cogniciones y actitudes auto evaluativas, como la autoestima, la autoconfianza y la autoeficacia, se consideran sensibles a los estímulos externos, como la música».
El equipo de Elvers llevó a cabo diferentes investigaciones, entre ellas destaca Sigurdsson, que dividió a 150 participantes en tres grupos que realizaron una tarea de lanzamiento de pelota desde distancias fijas y completaron cuestionarios mientras escuchaban música seleccionada por el participante, música seleccionada por el experimentador o no tenían música. Para evaluar el comportamiento de riesgo, los participantes también podían elegir las distancias a la canasta. Los participantes recibieron puntos incentivados monetariamente por cada prueba exitosa.
«Los datos muestran que escuchar música no tuvo ningún impacto positivo o negativo en el rendimiento general o en cogniciones autoevaluadas, autoestima de rasgos o ansiedad relacionada con el deporte. Sin embargo, aumentó la sensación de autoestima en los participantes que tenían un buen rendimiento y también aumentó el comportamiento de riesgo, especialmente en los participantes masculinos y los participantes que podían elegir su propia música motivacional. Por otra parte, añade Sigurdsson que los investigadores también descubrieron que aquellos que tomaron decisiones más riesgosas obtuvieron mayores recompensas monetarias».
A mi modo de ver, el estudio revela la complejidad de los procesos subjetivos del deportista donde las formaciones de motivación y las emociones pueden mediatizar los efectos a lograr por medio de las intervenciones con la música. El estudio abre nuevas interrogantes relativas a si lo que estamos llevando a cabo resulta lo suficientemente eficiente para los propósitos por lo que empleamos la música.
Todo lo anterior nos muestra las necesidad de seguir reuniendo evidencias en el conocimiento de los efectos de la música sobre el deportista.
El artículo original sobre el tema editado en Frontiers aparece en Front. Psychol., 21 November 2017 https://doi.org/10.3389/fpsyg.2017.02026
Del cual son autores Paul Elvers y Jochen Steffens
Saludos.
Dr. Francisco Enrique García Ucha