¿Cómo retirarse del deporte y no enfermarse en el intento?
Desde hace más de dos décadas que se destacan los estudios sobre el tema del retiro de los deportistas, así como toma un lugar la categoría desentrenamiento como proceso que permite paliar los efectos del retiro del deportista.
La categoría desentrenamiento es denominada en algunos estudios como cuidados en el transito al retiro para abarcar tanto los efectos negativos del retiro de la vida deportiva.
Los estudios relacionados con los deportistas retirados presentan una gran atención en nuestro país. Forma parte de la concepción humanista del movimiento deportivo cubano. Socializar, atender con cuidados, respeto y ternura a aquellos que dedicaron parte de sus vidas en diferentes arenas competitivas con el propósito, también humanista de que el deporte es derecho de todo el pueblo.
Es un legado que no alcanzaron figuras deportivas en otras partes del orbe, por ejemplo Garrincha un laureado jugador de fútbol murió abandonado y en la más lúgubre miseria.
Los problemas que puede presentar un deportista como consecuencia de su retiro de la vida deportiva en todas partes del mundo, incluso en países del llamado primer mundo competen a menudo de su propia capacidad económica e interés por confrontarlos.
El transito del retiro del deportista aparece como un problema de las ciencias del deporte y como un dilema para las sociedades que se embancaron en el bajel del deporte profesional. Allí el deportista no es sujeto y objeto de sus propias creaciones sino sólo objeto cuyo valor radica en sus propios recursos y en la manipulación de un mercado vinculado a las formas del ocio.
Para Stambulova y Stephan (2007), la transición al retiro del deporte de élite es un proceso dinámico, multidimensional, con varios niveles y multifactorial en el cual la nacionalidad y la cultura juegan un rol muy importante.
El retiro puede ser una experiencia tanto positiva como enmarcada dentro de una crisis.
En suma, el retiro de la vida deportiva puede crear dificultades en el deportista a causa de alteraciones en su autoestima y auto concepto (identidad), ante la perdida de los refuerzos sociales, económicos y fisiológicos que recibía de su participación activa en el deporte.
Las investigaciones apremian en señalar que las causas del retiro de la vida deportiva ocasionan impacto de resonancia afectiva diferente en el deportista.
Hora del Retiro del Deportista
Definir cuando un deportista debe retirarse, con frecuencia no esta claramente establecido, sin embargo los expertos en metodología del entrenamiento señalan que un deportista debe de retirarse cuando no pueda elevar la intensidad y el volumen de las cargas.
La edad no es específicamente un parámetro para retirarse, aún cuando puede tener una influencia crucial en algunos deportes debido al proceso de de envejecimiento del organismo.
Tampoco, los resultados deportivos en ocasiones no determinan que un deportista deba retirarse, al menos que sean pésimos, pero muchos deportistas pueden cumplir con exigencias que no están dentro de los primeros lugares en el ranking internacional y continuar en el deporte.
Un número de circunstancias tales como la no selección por la organización deportiva, la fatiga acumulada, dificultades con el entrenador o su staff, la disminución de los rendimientos, los problemas que ocasionan las lesiones o la propia salud del deportista. Un acto de indisciplina por parte del deportista que conlleva como sanción la separación del deporte. Asimismo, la aparición de motivos muy fuertes en otra esfera de la actividad del deportista, puede ser una causa que, también debemos incluir, por ejemplo los problemas relativos a la vida familiar que reclaman la presencia del deportista para otras actividades y no posibilitan la asistencia sistemática al entrenamiento y competencia puede ser causa de retiro.
Esta variedad de las causas de retiro del deporte determina diferentes tipos de cuidados que se deben mantener con el deportista, por ejemplo, el participante que pasa a retiro de forma prematura, antes de llegar a desarrollar todo su potencial, a causa de que presenta un estado de bernout o de sobre entrenamiento y se siente exhausto para continuar en el deporte, o los que deben retirarse por medidas de las organizaciones deportivas en relación con su no selección para continuar debido a sus rendimientos, o por la violación de las reglas de su deporte.
¿Qué dicen los Estudios?
Las implicaciones psicológicas presentes en los deportistas que no previeron ese momento de transición suelen experimentarse con un grado de mayor intensidad, yendo desde la sensación emocional de tristeza y pérdida de status hasta un estado emocional de duelo no resuelto proyectado en un malestar de vacío afectivo, el cual en casos de pronóstico reservado se refiere como un estado de ánimo de desesperanza, que puede llegar a la ideación suicida, y al acting out en casos de pronóstico grave, donde incluso toma forma por medio del intento de suicidio. (Correa y García Ucha, 2001).
En las investigaciones sobre el transito al retiro del deportistas se destaca que las causas imprevistas que conllevan la interrupción de la vida deportiva, ocasionan mayores trastornos psicopatológicos que aquella que se relaciona con el retiro normal del deportista. Esta conclusión es muy importante porque nos permite predecir la intensidad de un posible problema en el proceso y adaptación del retiro y por tanto reclama nuestra atención. E. M. Blinde y T. M. Stratta (1992).
Una circunstancia que debe ser considerada es el grado de rendimiento alcanzado por el deportistas. Los deportistas elites presentan reacciones que pueden alcanzar intensidad y frecuencia diferente a otros grupos de deportistas cuya participación no logro el ámbito mundial. Al respeto plantea Conolly (2004): ¿Qué ocurre cuando estos deportistas con logros tan importantes, a menudo en lo mejor de sus vidas, tienen que encararse con el mundo real? o ¿Hay vida tras el deporte?
La asistencia a estos ex deportistas ha mostrado que se trata de cambios en la vida que tienen un impacto global en el organismo y de manera especial en la subjetividad del deportista, a veces con consecuencias muy negativas. Hay ex deportistas que no han logrado adaptarse a la vida cotidiana fuera del deporte y llegan a tener trastornos en su organismo de carácter irreversible.
En suma: Las reacciones emocionales pueden ser muy diversas al proceso de inserción en la vida cotidiana.Las respuestas no adaptadas al retiro se expresan en: reacciones de ansiedad, depresión. Síntomas psicosomáticos, es decir, aparecen enfermedades de carácter orgánico, metabólico o funcionales que afectan al ex-deportista.
A veces, acompañadas de padecimientos que van desde cefaleas, dificultades en el patrón de sueño, irritabilidad y falta de apetito.
La intensidad con que el deportista le da significado a su papel dentro del deporte determina en mucho la profundidad de la crisis de identidad que va a presentar.
Resultados de las investigaciones realizadas por el autor.
A este respecto, se ha encontrado tendencia a la hipertensión arterial en deportistas retirados en diferentes disciplinas deportivas y no así en aquellos que realizaron un programa de desentrenamiento (Carabeo y Salt, 2001). También, Correa y García Ucha (2001) determinaron en una población de 565 deportistas retirados desde hacía más de 10 años que patologías como la hipertensión arterial, los accidentes cerebro-vasculares y la diabetes mellitus eran superiores en porcentaje con respecto a la población normal. Esta circunstancia puede tener especial relación con el hecho de que el ventrículo izquierdo sea remodelado tras un largo plazo de desentrenamiento debido a la reducción significativa en la luz de la cavidad y la normalización del grosor de su pared (Pelliccia y cols., 2002).
Por todo ello, parece necesario, tal y como señalan Correa y García Ucha (2001), investigar si el desentrenamiento no controlado, junto con otros factores de riesgo, precipitaría la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles en deportistas retirados. En este sentido, recientemente Lynch y cols., (2007) han puesto de manifiesto que los factores de riesgo cardiovascular y la osteoporosis se reducen, al mismo tiempo que se presenta un aumento en la densidad ósea y en la masa muscular, en la tercera edad de ex–futbolistas que han practicado actividad física en su etapa adulta frente a individuos que han sido sedentarios a lo largo de toda su vida.
El estado óseo de los deportistas retirados también parece ser un parámetro relacionado con otros factores que pueden influir en su estado de salud. En tenistas, Kontulainen y cols. (1999) revelaron, a través de las diferentes medidas, que por regla general la ganancia ósea en el brazo de juego no había desaparecido con el tiempo aunque se redujese el tiempo de juego y se observó que los cambios óseos no se relacionaban con los cambios en el entrenamiento.
Por otro lado, también se ha analizado la mayor o menor longevidad de los deportistas que comenzaron su práctica deportiva hace varias décadas. En concreto Abel y Kruger (2006a) analizaron el año de nacimiento, el año de debut, talla, peso, índice de masa corporal, años de carrera profesional, puesto específico, y año de fallecimiento de 1512 jugadores de fútbol americano que debutaron antes de 1940 y habían fallecido antes o en el mismo año de 2004.
Los resultados de su análisis, en comparación con el grupo de población de su misma edad, mostraron que existía una mayor esperanza de vida en los jugadores (6.1±11.9 años); y que una mayor carrera profesional incrementaba significativamente la longevidad con una relación lineal: a mayor número de años de carrera como jugador, mayor longevidad. Estos resultados se encuentran en absoluta consonancia con los encontrados por ellos mismos en otros trabajos (Abel y Kruger, 2005; Abel y Kruger, 2006b) con jugadores de béisbol profesionales.
Intervenciones psicológicas en esta área.
Diferentes procedimientos, intervenciones y programas de acción son investigados para darle solución a estos problemas.
La gama de acciones va desde la preparación psicológica del deportista para su retiro, tanto antes de que este ocurra como durante el mismo. Reorganizar la esfera de motivación, colaborar en la orientación profesional y amortiguar los efectos del cambio mediante el apoyo social, así como sustituir sentimientos de culpa, que resultan de la interpretación de algunas de las causas de retiro.
El régimen deportivo tiene muy grandes exigencias y una cuestión que se hace evidente es que las redes sociales de los deportistas están circunscritas a personas que están vinculadas al deporte, bien pertenecen a su equipo o se encuentran próximos a esa esfera.
El ex deportista se encuentra en la posibilidad de interactuar con otras redes de relaciones personales que pueden tener o no afinidad con la actividad deportiva y su sistema de normas, creencias y valores para lo cual debe estar preparado.
Las reacciones que pueden producir sobre el organismo y la repercusión en la subjetividad del deportista en el transito a retiro lleva a los investigadores a establecer estrategias tendientes a amortiguar o paliar los posibles efectos negativos desde diferentes disciplinas tal como la propia metodología del entrenamiento, la medicina, la psicología y la sociología del deporte.
Demanda la atención social, psicológica, ocupacional y financiera.
El proceso de desentrenamiento. Alonso (2000) define el desentrenamiento deportivo como la etapa que comienza a partir del retiro como atleta activo; y la misma consiste en el proceso médico-pedagógico mediante el cual el organismo del atleta va a eliminar toda o gran parte de esa sobrecarga que ha ido adquiriendo en las etapas de entrenamiento deportivo que ha desarrollado durante su vida como atleta de élite o de alto rendimiento.
Se entiende por desentrenamiento a la etapa que comienza desde el periodo en que se planea el retiro como deportista activo hasta su alejamiento del deporte de alto rendimiento.
El desentrenamiento consiste en un programa de intervención médico-pedagógico y psicológico mediante el cual el organismo del deportista va a eliminar toda o gran parte de la sobrecarga a la que ha estado expuesto durante su vida como deportista de alto rendimiento y que han dejado una “huella” en su organismo para adaptarse a un sistema de vida en que no aparecen las grandes intensidades, volúmenes o frecuencia de las cargas típicas de las sesiones de entrenamiento.
Esta eliminación de los efectos sobre el organismo de años de entrenamiento puede ser total o parcial, en dependencia del régimen o modo de vida (posterior) que adquiera el ex-deportista.
Con frecuencia en la literatura sobre el tema se emplea el concepto de cuidados en el transito al retiro, (career termination from sport). A mi modo de pensar, la categoría desentrenamiento ocupa un lugar en el conjunto de cuidados. E. M. Blinde y T. M. Stratta (1992).
En resumen: Un amplio programa de desentrenamiento, que cubre no sólo los aspectos físicos, sino además, la formación integral del deportista como ciudadano y las posibilidades de alcanzar la capacitación necesaria para insertarse en la esfera laboral y profesional. (Stephan y cols., 2003b), identificaron en un programa de desentrenamiento, de forma cuantitativa, cuatro fases en la evolución de la percepción subjetiva del bienestar del ex-atleta, con un detrimento inicial, seguido de un incremento, una estabilización y un incremento final.
La posible respuesta a toda esta problemática es el planteamiento de un programa de desentrenamiento adecuado a las características de cada atleta a modo de prevención. Carabeo y cols. (2002) propusieron actividades que pudieran ser incluidas en un programa de desentrenamiento aplicable a ex-deportistas de alto rendimiento, que permita bajar las cargas paulatinamente, para la prevención de enfermedades de alto riesgo y factores asociados, que contribuya a mejorar su calidad de vida cuando abandonan la práctica deportiva de élite.
La reconstrucción de la identidad y la autoestima pueden alcanzarse con actividades no relacionadas directamente con el deporte y donde, a la vez, se puedan transferir las destrezas alcanzas en la actividad deportiva, como por ejemplo, la competitividad, el establecimiento de metas y la toma de decisiones en condiciones de riesgos.
La familia del deportista desempeña un papel importante asumiendo y facilitando que este logre la autonomía de la vida deportiva por medio del soporte emocional y social de su estado.
En suma: Los deportistas que se retiran y permanecen realizando actividades físicas se sienten más confortables que aquellos que asumen una vida sedentaria.
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Stephan, Y.; Bilard, J.; Ninot, G. y Deligneres, D. (2003b) Repercussions of transition out of elite sport on subjective well-being: a one-year study. Journal of applied sportpsychology, 15 (4), 354-371.
Saludos.
Dr. Francisco Enrique García Ucha
Dr. Francisco Enrique García UchaUCCFD “Manuel Fajardo”
Dr. Eduardo Cairo Valcárcel.Facultad de Psicología.
Universidad de La Habana.
Lic. Antonio Francisco García Delgado.UCCFD “Manuel Fajardo”
Publicado en la revista Psicologia Deportiva 2012.