La Psicología del Deporte en el ámbito del Deporte Infantil.
Dr. Francisco Enrique García Ucha.
El Deporte Infantil es una de las áreas donde es reclamado con mayor fuerza el psicólogo por entrenadores, padres, directores de escuelas, clubes y asociaciones deportivas. Desde el surgimiento de las primeras ideas sobre Psicología del Deporte está presente el tema de los factores psicológicos involucrados en el deporte infantil. Lesgaft, en 1901, incorporó de manera decisiva la Psicología a la Educación Física, su obra más destacada fue «Guía de la Educación Física de la edad escolar». Consistía de un manual sobre la educación del movimiento y sus repercusiones en la psiquis del niño. Se le brinda atención a la presencia de los niños en el deporte desde el I Congreso Mundial de la Sociedad Internacional de Psicología del Deporte celebrado en Roma, Italia, durante 1965 hasta el último, efectuado en Skiathos, Grecia en el año 2001. Una visión rápida de las memorias de los Congresos nos permite captar que durante el 3er. Congreso de la Sociedad Internacional de Psicología del Deporte, B. Cratty focalizó su trabajo en la importancia de las modificaciones de los atributos intelectuales por medio del ejercicio. Esta ponencia era importante en una época donde se concentraban las ideas sobre las repercusiones fisiológicas y físicas de la práctica del ejercicio. Cratty (1968) había dedicado varios capítulos de su obra «Psicología de la Actividad Física» para exponer los resultados tanto de sus Investigaciones como las de otros estudiosos acerca de la dinámica psicológica de la participación del niño en el deporte. De igual modo, en el Congreso de Ottawa en 1981, R. Martens abordó junto a otros ponentes el tema del Deporte Escolar y sus connotaciones psicológicas. El tópico del deporte escolar se intensificó y se extendió en los congresos de Singapore en 1989 y en Lisboa durante 1993. En los últimos congresos las ponencias muestran la tremenda sistematicidad con que se estudia lo psicológico en el niño que práctica deporte. A pesar de los avances teóricos, metodológicos y tecnológicos que se han llevado adelante sobre estos aspectos, resulta impresionante que los problemas que se han tratado durante largos años se conservan con una frescura natural extraordinaria. La Psicología no ha llegado a agotar el tema. Las interrogantes de los entrenadores y los padres siguen en píe, a veces, por el hecho de que los resultados no son lo suficientemente conocidos. A nuestro modo de ver, falta una mayor divulgación y una más intensa capacitación de los entrenadores, los padres y quienes dirigen las instituciones. Los propios psicólogos del deporte deben incrementar sus herramientas al trabajar en este campo. El hecho de que la Psicología del Deporte surge en las fronteras entre dos áreas del saber: El Deporte y la Psicología. Reclama un enfoque multidisciplinario de las tareas que asume. La Psicología del Deporte no puede ser considerada por ello una disciplina tangente si no como ciencia que incluye toda la Psicología, en conjunto, asumiendo aquellas ramas como la Psicología General, Clínica, Educacional, Infantil, Laboral, Experimental y otras. Entonces, el psicólogo tiene que tener un conocimiento profundo de la Psicología del Niño y de la Metodología del Entrenamiento en esta área. La asistencia del psicólogo debe ser de alta eficacia y eficiencia, entre otras razones por las implicaciones éticas en el trabajo con niños y porque este es el sector del deporte donde más se requiere su presencia. Aquí los entrenadores se encuentran muy presionados debido a que enfrentan por una parte la complejidad de perfeccionar un organismo que no esta acabado, sino en proceso de desarrollo, físico y psicológico. La presencia muy frecuente de padres que resultan un elemento perturbador para la actuación de sus hijos y además instituciones u organizaciones deportivas que «acosan» al entrenador, bien imponiendo reglas de actuación dañinas al niño o creando circunstancias que no propicien el adecuado desarrollo de la preparación y entrenamiento deportivo. ¿Por qué la Psicología en el Deporte Infantil? Resolver conflictos. (Entrenador, padres, público, niño) Desarrollo social del niño. Manejo del estrés. Para el desarrollo de la personalidad. Estimular la investigación en el área. Filosofía de salud. Estudiar la permanencia o no en el Deporte. Para muchos especialistas el problema más grave es el abandono del deporte. Allí termina todo. Se calcula que de cada 100 niños que comienzan a practicar deporte, en una corta etapa, 80 lo abandonan perdiendo con ello los beneficios de esta actividad para la calidad de la vida y la socialización. Las causas más comunes por la que ocurre el abandono radican en: Problemas con los entrenadores. Ausencia de disfrute. Poco tiempo para jugar. Poco éxito. Falta de motivación. Demasiado énfasis en la competencia. Entrenamientos muy duros. Aburrimiento. Refinando la búsqueda de las causas de abandono, en las investigaciones se consideran como: Sobre énfasis en las competencias. Entrenamiento físico duro. Presión de los padres por participar. Fracasos percibidos. Entrenamientos punitivos. Actitudes negativas de los entrenadores. Fatiga mental y burnout. Abandono por causa de maltrato de los entrenadores. Se encontró: 5 x 10 razones en varones. 4 x 10 razones en hembras. No-reforzamiento. Castigo. Instrucciones punitivas.
Mientras que los motivos para participar se identifican con: Disfrutar. Mejorar habilidades. Capacidades. Atmósfera de equipo. Arte y pericia en el Deporte. Viajes. Recompensas extrínsecas. Para mejorar el deporte escolar y juvenil se requiere. Refuerzo no solo del éxito sino también del esfuerzo. Mejorar la capacitación de los entrenadores. Menos competencias por rivalidad. Instrucciones individuales. Más refuerzo positivo. Más desarrollo de la autoestima por más sentimientos positivos. Orientación del logro hacia la maestría. (El éxito contra sí mismo, no contra otros.) Desarrollar la cooperación y fomentar entre los niños estrategias de razonamiento moral en las clases de E. F. Educación de los padres.
¿Qué pueden perfeccionar los entrenadores? Representar con exactitud las regularidades del desarrollo evolutivo del niño desde el punto de vista psicológico.
– Contar con herramientas psicológicas que garanticen el grado de motivación necesario para que los niños tengan una buena disposición a rendir en el entrenamiento. Esto incluye el empleo adecuado del refuerzo positivo, el establecimiento de metas y otros procedimientos.
– Tener una concepción clara de las relaciones entre motivación y aprendizaje. El asunto no es estar motivado para aprender, si no aprender para estar motivado. Los deportistas con mayores habilidades, hábitos y destrezas son los más motivados. Hay que reforzar las vías y los métodos de enseñanza y entrenamiento para lograr grados superiores de eficacia y eficiencia. Aprender a relacionarse con los padres amortiguando sus ansiedades. Tomar curso sobre relaciones interpersonales, dinámica familiar y dominar algunas técnicas de terapia breve y solución de conflictos resulta esencial para el entrenador.
– Identificar a los niños que tiene problemas de ansiedad y conocer qué le pueden solicitar al psicólogo para apoyar su labor con estos niños.
– Adquirir la destreza para mantener la objetividad necesaria no involucrándose emocionalmente en los problemas familiares y de estudio de los deportistas. Esto no quiere decir que se restringa el afecto y atención a los deportistas. El entrenador debe delimitar cual son sus tareas y que puede controlar. Debe mantener un encuadre de su actividad.
– Dominar las técnicas de influencia psicológica para la formación de valores sociales y principios éticos del deporte y la sociedad.
En el caso de las instituciones y organizaciones deportivas deben de considerar:
– Contribuir al desarrollo de un Clima Psicológico centrado en la Educación.
– Mayor conducta social positiva de los padres.
– Mejorar la formación y asesoramiento de Entrenadores de niños de edad escolar.
– No tolerar conductas inapropiadas de los espectadores.
– Evitar el campeonísimo.
– Respetar las necesidades lúdicas de los niños.
– Formar y asesorar a los árbitros.
– Promoción de la Educación Deportiva de la población mediante campañas nacionales e internacionales sobre el juego limpio.
Las relaciones de los padres de los niños con los entrenadores y las instituciones u organizaciones constituyen una de las partes álgidas de este tema. Una de las salidas a los posibles conflictos que pueden surgir de la desavenencia de los padres con entrenadores, el sistema deportivo y hasta con sus propios hijos, está en establecer reglamentos alrededor del comportamiento de los padres, por ejemplo, en algunas organizaciones deportivas en Estados Unidos de Norteamérica se compromete a los padres a cumplir con los derechos del niño deportista: Lista de derechos para deportistas niños y adolescentes:
Derecho a participar en actividades deportivas.
Derecho a participar a un nivel adecuado con la maduración y habilidad de cada niño.
Derecho a ser capacitado por el adulto. Derecho a jugar como un niño y no como un adulto. Derecho a tomar parte en la dirección y toma de decisión de su participación deportiva. Derecho a participar en ambientes saludables y seguros.
Derecho a preparación propia para la participación en actividades deportivas.
Derecho a iguales oportunidades de esforzarse por triunfar. Derecho a ser tratado con dignidad.
Derecho a divertirse en los deportes. Otros reglamentos plantean que los padres no deben establecer conductas inadecuadas en los momentos de las competencias, no deben interferir las sesiones de entrenamiento ni cuestionar los planes de preparación de los entrenadores.
En resumen: – Esta es un área importante de trabajo para los psicólogos en el deporte. – Requiere de conocimientos profundos en la psicología infantil y en las habilidades para resolver y mediar en los conflictos. – El psicólogo puede resultar un consultante imprescindible para el entrenador y los padres.
Saludos.
Dr. Francisco Enrique García Ucha.