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Bienestar Psicológico y Deporte.

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La Felicidad en las personas

El tema de la felicidad 🙂 abarca un lugar impresionantemente intenso en la
actualidad. Sin embargo, la Felicidad ha sido durante mucho tiempo un asunto recurrente de todos, desde filósofos, psicólogos, sociólogos, pedagogos y cuanto posible pensador se encuentre enfrascado en lo humano, de lo que no escapa los que se han comprometido con el arte, así Marcel Proust redacto su propia encuesta sobre la Felicidad para ayudar a construir una concepción sobre ella.

Bienestar Psicológico,  la Felicidad.

En realidad la concepción acerca de la Felicidad transita por las diferencias
individuales, resultado del sentido subjetivo que le otorga cada persona.
Para algunos es más importante que lograr estudiar los factores que la provocan la Felicidad, conocer las conductas que no la propician, por ejemplo: «Hemos dejado de darle importancia al descanso, a la recuperación y no basta con el sueño».
Algunos de los estudiosos del tema se preguntan:
¿Existe un sistema inmune psicológico? ¿Hay personas que tienen mayor tendencia a la tristeza?
La respuesta de uno de expertos señala: “La genética marca la diferencia, por ejemplo, yo no nací con una genética ligada a las emociones positivas. De niño sentía ansiedad, igual que mis padres y abuelos; la hemos padecido generación tras generación. El hecho de ser infeliz hizo que me interesara por este campo: la ciencia de la Felicidad. En los años setenta, en Estados Unidos, se hizo una serie de investigaciones sobre gemelos (con idénticos genes). Se les separó al nacer, fueron criados en países distintos, con economías diferentes. Pasados los años se observó que había muchas similitudes en cuanto a sus niveles de bienestar, su comportamiento e incluso sus pasiones.

De media la felicidad depende en un 50% de la genética, en un 40% de las elecciones personales y en un 10% del entorno.


Esos porcentajes pueden cambiar en situaciones extremas, como una guerra”.

De media la felicidad depende en un 50% de la genética, en un 40% de las elecciones personales y en un 10% del entorno.

Educación Emocional

Existe un reconocimiento por los especialistas que “No es posible estar siempre feliz. Las emociones negativas, como la rabia, el miedo, o la ansiedad, nos hacen falta. Solo los psicópatas están a salvo de eso. El problema es que, por falta de educación emocional, cuando las sentimos, las rechazamos, y eso hace que se intensifiquen y que nos domine el pánico.

Si bloqueamos una emoción negativa, igualmente lo hacemos con las positivas. Hay que sentir el miedo y ser conscientes de que tiramos hacia adelante con él. No es resignación, sino una aceptación activa”.
En el impulso de las ideas sobre la naturaleza de la felicidad, la psicología positiva desplegada por Seligman, la felicidad adquirió un desarrollo dinámico que permitió convertirla en un problema central de la psicología.
Seligman elaboró intervenciones para facilitar el establecimiento de la felicidad, y contabilizó junto a las suyas 150 intervenciones para estimular la felicidad.
Puntualizó las ventajas de ser feliz para la asertividad, la estabilidad emocional, el funcionamiento intelectual, la mejora de la percepción, el aumento de la popularidad, alcanzar una imagen corporal más positiva y un mayor autocontrol.

Felicidad y estar siempre Feliz


La tendencia a establecer de forma rigurosa todo lo concerniente a la felicidad dió lugar a que se desplegara la categoría bienestar y se provinieran diferentes perspectivas sobre la misma.

Por una parte, lo concerniente al bienestar hedónico, de este modo se desarrolló la tradición sobre el bienestar subjetivo que muestra un especial interés en el estudio de los afectos y la satisfacción con la vida.
Desde otra perspectiva se estableció bienestar eudaimónico, implicado en el adelanto del potencial humano. El bienestar psicológico se concentró en el desarrollo de las capacidades y el crecimiento personal, concebidas ambas como los principales indicadores del funcionamiento positivo. Ryan & Deci (2001) Se caracterizó el bienestar psicológico, como los sentimientos de “expresividad personal”. Este tipo de estados reflejan las vivencias de gran implicación con las actividades que la persona efectúa, de sentirse vivo y realizado.
La sensación de poder alcanzar el desarrollo personal. (Keyes, Ryff & Shmotkin, 2002) Ryff (1989a, 1989b) fue una pionera en el estudio del funcionamiento positivo del ser humano y del bienestar psicológico desde la perspectiva eudemonista. Carol Ryff desde la Universidad de Wisconsin-Madison, acometió numerosa investigaciones sobre el tema del bienestar psicológico hasta nuestros días.
Ryff (1989) realizó la propuesta de un modelo multidimensional de bienestar psicológico al que denominó: “Modelo Integrado de Desarrollo Personal”. El modelo está compuesto según Ryff por seis dimensiones: auto aceptación, relaciones positivas con otras personas, autonomía, dominio del entorno, propósito en la vida, y crecimiento personal. Concebido de esta manera el bienestar psicológico se inserta en dimensiones subjetivas, sociales, y psicológicas así como comportamientos relativos a la salud.
Ryff (1989) comenta que “una caracterización más exacta del bienestar
psicológico es definirlo con que la vida adquiera significado para uno mismo, con los desafíos y conseguir metas valiosas, centrando su interés en el desarrollo personal, en el estilo y manera de afrontar los retos vitales, en el esfuerzo y el afán por conseguir nuestros objetivos.
En este sentido, después de algunos años de investigaciones Ryff y Keyes
(1995), plantean que el bienestar psicológico es una dimensión fundamentalmente evaluativa que tiene que ver con la valoración del resultado logrado con determinada forma de haber vivido.
El bienestar psicológico es un mediador y modulador de la personalidad fruto de la historia y la cultura de cada persona.
Todo esto se hace evidente precisamente por las variaciones importantes que presenta según el género, la edad y la cultura.
Para Alicia Romero (2014), el bienestar colinda con una serie de categorías psico-sociológicas y sociológicas, siendo su delimitación conceptual y metodológica uno de los retos más grandes que tienen ante sí la psicología. Con el propósito de realizar un análisis de la categoría bienestar psicológico desde un ángulo psicológico, se propuso examinar el concepto con algunos correlatos psicológicos, que aparecen a continuación: autodeterminación, afrontamiento, afecto positivo y autoeficacia.

Autodeterminación

Uno de los conceptos fundamentales de la Teoría de la Autodeterminación es el de las necesidades psicológicas básicas definidas como algo innato, universal, y esencial para la salud y el bienestar (Decy & Ryan, 2002; Ryan &Deci, 2000).

Afrontamiento

Está demostrado que aquellas personas con alto bienestar psicológico utilizan estrategias de afrontamiento orientadas hacia el problema y la emoción.


Afecto positivo

Logran la construcción de entorno social más amplio en el que compartir
emociones, pensamientos y sensaciones

Autoeficacia

Creencias en la propia capacidad para organizar y ejecutar las acciones
requeridas y para manejar las situaciones futuras. Si creemos que podemos llegar a un objetivo, encontraremos los recursos para lograrlo.
Las investigaciones en este campo han resultado de interés para los psicólogos del deporte, basta con señalar que:
Las relaciones entre el bienestar psicológico y el afrontamiento, son de gran valor ya que los sistemas de afrontamiento resultan fortalezas significativas para el sostenimiento y desarrollo del bienestar psicológico.
Se entiende por afrontamiento el conjunto de respuestas (pensamientos,
sentimientos, acciones) que por ejemplo, un deportista utiliza para resolver
situaciones deportivas problemáticas y reducir las tensiones que ellas generan.
Las estrategias de afrontamiento al estrés son una parte importante de los recursos que los jóvenes deportistas deben desarrollar a medida que avanzan en la competición.
El bienestar psicológico facilita la actualización del potencial del deportista y acrecienta el compromiso por alcanzar las metas, la disposición a esforzarse y dar lo mejor de sí mismo.
El concepto de bienestar psicológico ha llegado a recibir una atención especial en la Psicología del Deporte y la Actividad Física.

Si bien los psicólogos se han centrado por mucho tiempo en la categoría rendimiento; trabajos recientes llaman la atención de la necesaria labor del psicólogo dirigida a la salud del deportista; ahora resulta necesario valorar la urgencia por garantizar y apoyar el sostenimiento de la salud, la calidad de la vida y el bienestar del deportista y se impone redefinir el rol de psicólogo como asesor dentro de un club o una federación, y ofrecer servicios psicológicos de apoyo a entrenadores, deportistas, padres o directivos para optimizar el rendimiento y bienestar de los miembros del equipo, y para prevenir problemas psicológicos derivados del entorno deportivo”.
Entre las aplicaciones prácticas del bienestar psicológico en la actividad física y el deporte se encuentra considerar características que puedan resultar predictores de la actuación de los niños y jóvenes.
Las dimensiones del bienestar psicológico relacionadas con auto-aceptación, relaciones positivas con otras personas, la autonomía, el tener seguridad en sí mismo, y experimentar emociones positivas, se ha demostrado que predicen positivamente tanto en chicos como en chicas, la práctica del deporte y la práctica del ejercicio físico intenso.


No obstante, estas consideraciones sobre el rol que desempeñan la actividad física y el deporte y sus relaciones con él bienestar psicológico se encuentran resultados contradictorios cuando el tema se desenvuelve en el ámbito del deporte de alto rendimiento.


Los deportistas pueden presentar estrés como consecuencia de la práctica del deporte, las diferentes presiones que deben enfrentar para alcanzar las metas en condiciones de competencia, los riesgos físicos como las lesiones y molestias musculares y la presión social que se ejerce sobre ellos son algunas de las circunstancias que ocasionan respuestas emocionales negativas. Sin embargo, para algunos especialistas del deporte la detección temprana de los síntomas y síndromes pueden tener un buen pronóstico gracias a la asistencia de personal calificado.

Por ello comprender la naturaleza del bienestar psicológico en los deportistas va a permitir facilitar las acciones más adecuadas para que se lleven a cabo las tareas que lo potencialicen y desarrollen.
Y finalmente por medio de competencias en un rol clínico se podría detectar con anticipación ciertas patologías y conflictos por medio de la evaluación del bienestar psicológico, compatible con la salud y el funcionamiento positivo de los deportistas.
Desde esta posición resulta necesario para los psicólogos del deporte trabajar en la forma de establecer cómo llegamos y desde que conceptos objetivos y en el contexto del deporte, a desarrollar y/o fomentar el bienestar psicológico del deportista por medio, por ejemplo, de agentes de apoyo relevantes para el atleta.

Este Artículo del Dr. Ucha, es uno de los frutos de un proyecto financiado por el Programa de Solidaridad Olímpica del Comité Olímpico Internacional en el Instituto de Medicina del Deporte y en la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte de Cuba.